Cada ciudad con una escena independiente que se precie en algo tiene algunas bandas representativas que se asocian con el sonido propio de las noches de juerga locales. en Huánuco hace un tiempo fue La Sombra y Malas Intenciones, ahora quizás sea Theravada o Tokosh Punk. En Edmonton son The Whitsundays y Faunts. Me culparán de estar haciendo comparaciones desproporcionadas otra vez, pero tíos, no hay nada de que acomplejarse, el sonido local no es nada despreciable. Y si lo es, el primer paso para no tener nada que envidiar a nadie es simplemente no envidiar y estar orgulloso de lo que se tiene. Luego vienen otros pasos, como afinar bien las guitarras, conseguir buenos parlantes y poner algo de creatividad, de seriedad y de constancia, pero esa es otra discusión y además no me viene bien dar sermones.
Volviendo al tema, y el tema es Faunts y Whitsundays, pero especialmente Faunts. Según yo, esta es la mejor banda que existe en estos confines nórdicos del mundo civilizado (Las bandas de Fairbanks y Anchorage no cuentan porque los Yunaites recién acaban de reincorporarse al mundo decente y civilizado este año, y su permanencia está por verse aun). Y pasa que The Faunts acaba de sacar un nuevo álbum y hoy fue el concierto de bienvenida en el Pawnshop. Según la calificación de los juergueros de Edmonton, este antro es la discoteca rave y electro mas limpia de esta ciudad. Pero para que no se piensen que acá todo es mas “nice”, les aseguro que los baños del Kilombo son asépticos comparados con los de este cuchitril. Pero basta de quejas, el ambiente estaba bacán, pequeño pero acogedor. Un poco apretado, pero que mejor para este invierno Albertensis que se caga de la risa con eso de que el mundo está con calenturas indebidas.
Volviendo al punto, y la verdad es que el punto es Faunts. No es Whitsundays, porque por preparar una super carapulcra con chicharrones y comérmela acompañada de una buena copa de shiraz me hice tarde para la tocata, y me perdí su presentación. Así que no diré nada de Whitsundays por ahora. Pero llegué justo en el momento que los Faunts empezaban a tocar.
Y que tocata!!, realmente que tocata!!. The Faunts es una banda hipnótica en vivo. La gente solo atinaba a balancearse de un lado a otro como tentempiés idiotas y sonrientes conlas rasgadas de guitarras a lo shoegaze y los teclados electro.Una hora completa de bendición sónica propiciada por altas dosis de Theremín.
Por si acaso, para los faltos de ilustración y los mal pensados, el theremín no es ninguna droga estrafalaria como con las que experimentaban casi a diario algunos famosos drogos huanuqueños como El Pitufo y El Cuy (este último ahora regenerado, pero quién sabe que fue del Pitufo??). El theremin es un instrumento musical que data de la prehistoria de la música electrónica, a inicios del siglo pasado (Si no me creen chequeen en Wikipedia, que en estos tiempos tan postmodernos cualquier burro puede ser un erudito al instante gracias a Wikipedia y Google). La adicción de Faunts al theremin es incurable y eso marca su sonido peculiar.
No tocaron mi favorita del grupo: “Memories of places we've never been”, pero no importa. Con “It Hurts me all the time”, “Feel.Love.Thinking.Of” y “M4” parte I y II salvaron la noche. En fin, mejor escuchen por ustedes mismos. Les pongo por ahora el video oficial de M4 parte II. En estos días estaré colgando lo que grabé del final del concierto.
P.D.
1.Estoy recontra atrasado con los reportes de tocatas, les debo el de los Fabulosos Cadillacs en el Estadio Nacional de Lima, y el de Malas Intenciones con Tokosh Punk en el Cheers de Huánuco.
2.Hoy es la pollada pogueable para colaborar con Totorock, no se la pierdan si están por Huánuco.
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